Las agencias de viajes nos venden Filipinas como un país idílicos lleno de islas desiertas y playas paradísiacas. Detrás de esta realidad se esconde otra: la cantidad de animales callejeros que pueblan las calles de los pueblos, ciudades y barriadas.

Detrás de este problema se esconden dueños irresponsables que abandonan sus mascotas cuando crecen o no pueden alimentarlos y gobiernos que miran hacia otro lado ante situación por miedo a perder votos. La realidad es que esta situación deriva en accidentes de tráfico causado por estas animales o la transmisión de enfermedades debido a ataques de estos animales.

La misión de AARRC es tratar de poner fin a esta situación no sólo recogiendo animales de las calles (algo inviable económicamente a largo plazo sin financiación externa), sino que tratamos de realizar también otro tipo de tareas como educar responsabilidad a los dueños y mostrar a los gobiernos locales los beneficios y bondades de aplicar políticas que castiguen este comportamiento irresponsable para el beneficio común de la comunidad.

Desde nuestro centro aportamos tratamiento veterinario a los animales, curamos sus enfermedades, los cuidamos, los lavamos, los re-educamos y, sobretodo, los preparamos para que puedan encontrar una nueva oportunidad de ser felices que los acoja. Para poder llevar tratamos de promover la adopción internacional y la búsqueda empresas que quieran apadrinar animales como parte de sus programas de Responsabilidad Social Corporativa.